martes, 4 de agosto de 2009

Pseudociesis





Pseudociesis





Un embarazo psicológico (también llamado imaginario, utópico o pseudociesis) se da cuando una mujer cree estar embarazada sin estarlo realmente y presenta, además, la mayoría de los signos y síntomas gestacionales. Es un problema psicológico en el que el principal desencadenante suele ser el deseo desmedido de ser madre. La pseudociesis también puede darse en varones aunque con una frecuencia mucho menor, así como también en animales de compañía.


Factores psicológicos



Agrupan la mayor parte de los casos de pseudociesis y forman parte de los llamados trastornos somatomorfos, donde algunas emociones ocultas se manifiestan como síntomas orgánicos. Ocurre, sobre todo, en mujeres alexitímicas que no expresan sus sentimientos.
Existen otras situaciones psicológicas que pueden conducir a este trastorno: la infertilidad, la esterilidad o los problemas para desarrollar una gestación llevan a la mujer, con un gran deseo de ser madre, a desarrollar este cuadro. Puede esconder un cuadro depresivo de base.
Menos frecuente es este cuadro en adolescentes que comienzan sus relaciones sexuales, ante el miedo que les provoca el quedar embarazadas.



Factores neuroendocrinos



Las hormonas juegan un importante papel en el desarrollo del embarazo imaginario. Hay una disminución de LH y FSH, lo que conduce a la anovulación y, en consecuencia, a la amenorrea. Por otra parte, como la prolactina y la progesterona están altas, se estimulan la lacto génesis y el mantenimiento del cuerpo lúteo, respectivamente.



Cuadro Clínico



Trastorno del ciclo menstrual, que varía entre la amenorrea y la hipo menorea, de una duración aproximadamente de 9 meses, es decir, el tiempo que dura el embarazo real.



Aumento del volumen abdominal, sin borramiento del ombligo, originado por la posición de lordosis que toma la mujer y por la distensión de los músculos abdominales. El ombligo invertido permite establecer el diagnóstico diferencial con el verdadero embarazo.



Modificaciones en las glándulas mamarias consistentes en turgencia, secreción de leche y calostro, pigmentación y aumento de tamaño de las papilas.
Sensación subjetiva de movimientos fetales.



Ablandamiento del cuello uterino, acompañado de signos de congestión. Aumento del volumen uterino, cuyo tamaño varía de 6 semanas a 8 meses.



Náuseas y vómitos. Puede haber constipación y aberraciones del apetito.



Aumento de peso, generalmente mayor que los verdaderos embarazos.



Algunas pacientes pueden presentar niveles elevados de gonadotropina.



El margen de coexistencia de los síntomas mencionados varía según los casos. Sin embargo, en ocasiones, la sintomatología se presenta de forma completa. Una forma de confirmar que no es un embarazo real es buscando con la Maniobras de Leopold el fondo uterino, al palpar el abdomen se sentirá una forma de extrema rigidez. Otra manera es buscar el foco cardíaco fetal el cual se encuentra ausente pudiendo sólo encontrar el latido de la aorta descendente.


Causas



La causa principal de este suceso parte del deseo incontrolable de tener un hijo, sin embargo, hay otros factores como: la necesidad de fortalecer aun más los nexos conyugales o sentirse joven y productiva.



Son las mujeres las que están más propensas a desarrollar un problema de este tipo, sin embargo, hay casos extremos en los que se llegan a presentar en algún hombre, pero en las mujeres pueden ser: jóvenes recién casadas, solteras jóvenes que tienen miedo a quedar embarazadas cuando su vida sexual está activa, mujeres de edad avanzada temerosas de llegar a la menopausia, personas estériles y aquéllas que se han vuelto a casar por segunda ocasión y desean darle un hijo a su actual esposo.



Cuando la mujer es dependiente del marido y el pensamiento de un hijo llega para tener la creencia de que así se tendrá el absoluto control de la atención de la pareja; cuando se desea complacer en todo al esposo; cuando se tienen problemas maritales y la posibilidad de un embarazo se convierte en una solución para salvar el matrimonio, y cuando se piensa que un hijo reforzará los lazos matrimoniales y se vuelve obsesivo.


Pseudociesis en el hombre



En el hombre, pueden darse síntomas similares a causa de sentirse identificados con su pareja, sin embargo, este proceso se da generalmente cuando la mujer está realmente embarazada, y él, por sentirse protector, procura que su mujer sufra lo menos posible en la gestación, y en general, quiere ser participe del proceso y compartir todo lo bueno y lo malo. Lo mejor en estos casos es recurrir inmediatamente al médico que dará el apoyo psicológico necesario.



Embarazo psicológico animal



El embarazo psicológico no sólo se da en las personas. Este problema es mucho más común en los animales, en concreto en los perros, que cuando padecen este problema cogen un objeto determinado al que le atribuyen el papel de hijo y se responsabilizan de él como si lo fuera.
Cuando una mujer se embaraza psicológicamente puede sufrir cambios como si
tuviera una embarazo real.

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