martes, 21 de julio de 2009

Poema LXVI



No te quiero sino porque te quiero




y de quererte a no quererte llego




y de esperarte cuando no te espero




pasa mi corazón del frío al fuego.




Te quiero sólo porque a ti te quiero,




te odio sin fin, y odiándote te ruego,




y la medida de mi amor viajero




es no verte y amarte como un ciego.




Tal vez consumirá la luz de Enero,




su rayo cruel, mi corazón entero,




robándome la llave del sosiego.




En esta historia sólo yo me muero




y moriré de amor porque te quiero,




porque te quiero, amor, a sangre y fuego.






Pablo Neruda


Cien sonetos de amor

No hay comentarios:

Publicar un comentario